Un síndrome metabólico es el conjunto de síntomas y signos que en general se agrupan para definir un cuadro clínico o una enfermedad.
El síndrome metabólico es un concepto clínico que se caracteriza por la asociación de diabetes mellitus, intolerancia a la glucosa, hipertensión arterial, obesidad central, dislipidemia, hiperfibrinogenemia y albuminuria.
Estos cambios se vinculan fisiopatológicamente a hiperinsulinemia por resistencia a la insulina.
Esta resistencia, se define como una disminución en la sensibilidad a la insulina o a la falla en su acción.
De forma simple, es una respuesta biológicamente disminuida de los tejidos periféricos a una concentración específica de insulina, con la consiguiente hiperinsulinemia compensatoria.
Los niveles elevados de insulina, ejercen diversas acciones, principalmente sobre el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas, están asociados con los diferentes factores de riesgo cardiovascular, que forman parte del síndrome metabólico.
En la actualidad los criterios clínicos diagnósticos más utilizados para definir el síndrome metabólico son los de la Organización Mundial de la Salud.
Los diferentes componentes del síndrome metabólico, son considerados factores de riesgo para enfermedad cardiovascular que alteran la función del endotelio vascular.
Esta estructura anatómica, debemos considerarla como un órgano funcional que se encuentra distribuido en todo el organismo y cumple múltiples funciones físicas, bioquímicas y hormonales.
También funciona como barrera de contención, regulando el flujo y la migración celular del espacio intravascular al subendotelial y modula el tono vascular local, la expresión de factores de crecimiento y de hormonas locales, responsables de mantener en equilibrio el estrés oxidativo, la inflamación, la respuesta inmune, la trombosis, el remodelado vascular y la apoptosis celular.
La enfermedad cardiovascular por tanto, debe concebirse como el resultado de la disfunción del endotelio vascular que en forma crónica, lleva a la formación y crecimiento de las placas de ateroesclerosis.
Como desde el punto fisiopatológico la hiperinsulinemia tiene un papel protagónico en la génesis del problema y esta se asocia a la obesidad central, el control de peso y el ejercicio aeróbico son la piedra angular del tratamiento no farmacológico. Actualmente, la Cirugía Metabólica efectuada por personal capacitado y con su indicación específica, es una alternativa importante en el control de la Obesidad y de la Diabetes.