Se han preguntado ¿por qué de muchas fuentes se escucha 21 días para formar buenos hábitos?
Realmente el número 21 es relativo, un hábito es una habilidad que se desarrolla con el tiempo. El construir hábitos requiere monitorear el avance de las acciones, si al momento de la autoevaluación no se tienen resultados, es necesario seguir con esa misma acción hasta implementar el hábito que se desea adquirir.
El proceso de cambiar hábitos sobre todo alimenticios, es un camino de subidas y bajadas, deben pensar en una meta a la vez, habrá metas fáciles de cruzar, mientras otras se convertirán incluso en un reto personal, todo depende de cada persona. Dar el primer paso es lo que se necesita para lograr un gran cambio en la vida.
Es común que en el afán de alcanzar un objetivo como el bajar de peso, reducir medidas, alcanzar el peso ideal, verse mejor, o tener más masa muscular, se eligen opciones milagrosas. Estas opciones milagrosas recomendadas por un amigo, familiar, revista o internet están disponibles con facilidad en el mercado, pero la mayoría de ellas son perjudiciales a la salud y tienen efectos secundarios. No hay ninguna dieta, pastilla o método que milagrosamente, en un par de semanas, le hagan ver cómo quiere, y sin repercusiones a su salud.
La opción que requiere de un poco más de trabajo, tiempo, esfuerzo y dominio propio, sin dañar la salud, con resultados garantizados y sin rebote; es la de cambiar hábitos alimenticios, uno a uno, hasta alcanzar un estilo de vida saludable.
Para iniciar el cambio hacia un estilo de vida saludable, recomendamos lo siguiente:
- Mejorar la imagen de usted mismo, al decidir de forma consciente y deliberada mejorar los hábitos, la autoimagen abandona los viejos hábitos y trasforma la personalidad.
- Pensar positivo para que la mente dé un empujón de motivación.
- Establecer el hábito a cambiar en presente y no como un propósito. El futuro es incierto, pero hoy tiene el control para actuar.
- Enfocarse en metas específicas y alcanzables, las metas deben ser pequeñas, fáciles de cumplir, que no requiera sacrificio sino esfuerzo lograrlas.
- Diseñar un plan de acción, escribir qué actividades, cuándo y cómo se realizarán.
- Elegir algo que recuerde lo que se debe hacer, puede ser algún objeto visible o una alarma en el celular.
- Monitorear el progreso, la mejor forma es apuntando, llevando una bitácora, puede ser diario, semanal o cada 21 días.
- Celebrar los logros, al darse cuenta que se cumplió una de las metas, celebrar con una frase o una sonrisa.
Los puntos anteriores pueden ser aplicados para cualquier meta que se desee alcanzar o hábito que se desee adquirir y con esto cumplir los objetivos.
Como se darán cuenta, 21 días no son suficientes para ser saludable, el tiempo dependerá de cuánto se lleve en implementar cada hábito. El número 21 es una referencia del tiempo en que se ha demostrado que nuestro cerebro logra adaptarse a un nuevo cambio, por lo que se espera que, en este tiempo, se logre establecer también un nuevo hábito.
Hay que recordar que se debe cumplir una cadena de metas para lograr una cadena de hábitos, por lo que se deben multiplicar los 21 días por las metas que desean alcanzar para lograr un estilo de vida saludable que permita:
- dormir las horas adecuadas,
- realizar 5 comidas al día,
- tomar 8 vasos de agua pura,
- comer frutas y verduras todos los días,
- realizar actividad física,
- reducir el nivel de estrés,
- tener pensamientos positivos,
- rodearse de personas saludables.
El hábito saludable que cada persona debería implementar es la correcta alimentación, esto implica conocer las porciones de alimentos adecuadas, incluir en los platos de comida todos los grupos de alimentos, realizar preparaciones de alimentos reducidas en grasa, evitar los ayunos de más de 4 horas, saber elegir las mejores opciones de alimentos y productos en los restaurantes, en súper mercados y muchas cosas más.
En ocasiones la decisión de iniciar el cambio de hábitos es muy difícil, pero al iniciar el mismo camino ayuda, por lo que en el proceso se descubre que una sana alimentación es un privilegio para nuestro cuerpo y no necesariamente es estar a dieta o sufrir por ver a las otras personas comiendo comida chatarra, ni privarnos totalmente de algún gusto de vez en cuando. Lo que vamos a invertir además de salud y bienestar inmediato, nos permite asegurar un mejor futuro con calidad de vida.
Estamos conscientes que el implementar buenos hábitos y alcanzar un estilo de vida saludable es difícil, por lo que se debe buscar la asesoría de un profesional de la salud calificado, que le brinde opciones para motivar y ayudar en el proceso y lo más importante: educarle para que este permanezca de tal manera que no signifique un esfuerzo sino un gusto y sea parte de su bien vivir siempre, convirtiéndose además en un ejemplo para quienes le rodean. No olvide que los años que le tomó aprender a comer mal y descuidar su persona, no va a poder cambiarlos en una semana ni en un mes, todo buen trabajo es cuestión de tiempo y constancia.