Muchos tenemos un alcance limitado de la Responsabilidad Social Empresarial, y creemos que radica en el cuidado del medio ambiente, patrocinios, donaciones, o actuar como filántropos dejando de lado la verdadera acción que demanda este tema.
La realidad que se vive en distintas empresas e instituciones, enfatiza este criterio y en algunos casos, varias de estas no tienen un departamento a cargo de ponerla en práctica, originando que sus colaboradores no tengan conciencia desde el origen de su desempeño, lo que implica y determina el rol de la empresa en la sociedad.
Para abordar de mejor manera el tema lo dividiremos en dos partes:
Responsabilidad Social Empresarial hacia adentro
Varias son las personas de las que se puede escuchar que las condiciones en las que trabaja, si no preocupantes, no son las que le dan tranquilidad y comodidad para ejercer sus funciones con iniciativa y creatividad en su trabajo.
De hecho cuando pensamos en las aseveraciones de algunas personas, creemos que no es cierto porque asumimos que una empresa próspera debería tener una organización física que delimite las funciones, acciones, clientes y resultados, dándole cobertura y prioridad a su capital humano, eje en el giro del negocio.
La verdad de la Responsabilidad Social Empresarial {RSE}
Cuando no hay innovación, consideramos que los procesos, funciones y herramientas de trabajo son las adecuadas, pero generalmente algo falta para que el trabajador se sienta con la tranquilidad necesaria para rendir de la forma que requiere la empresa, construyendo su tranquilidad y evitando consecuencias que repercutan en la eficiencia de la misma.
La calidad de los productos o servicios es sinónimo de tranquilidad de todo el engranaje empresarial, sin embargo, el bienestar del talento humano es el que hace la diferencia, porque cada uno hace lo que debe basado en un empoderamiento, que viene como consecuencia de sentirse parte de la empresa y lo dispone a dar siempre valor agregado a su desempeño.
Si todo está bien, los resultados serán los que la empresa ha programado, el trabajador actuará con todo su entusiasmo, y por ende al consumidor se le brindará además de un buen producto, un servicio al cliente más allá de sus expectativas generando competitividad y preferencia en el mercado.
Si el capital humano no tiene los incentivos y seguridad en el trabajo, se provoca en este una actitud limitada a hacer lo que le dicen motivado por un salario y ansioso por cumplir con un horario, dejando de lado la posibilidad de mejorar las cosas y producir mejores resultados; resulta entonces, que la empresa incurre en mayores costos por los mismos productos, porque el trabajador no pone más de sí, para beneficio de todos.
A simple vista, la falta de atención a la Responsabilidad Social Empresarial hacia adentro, provoca inestabilidad, improductividad y entorpece el crecimiento de la misma.
El éxito empresarial no es honesto, si su capital humano se siente fracasado.
