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Estrés Crónico

El estrés crónico es el más conocido de todos y quizás al que nos referimos cuando mencionamos ESTRES: es el CRÓNICO, catalogado como malo, que en un inicio resulta siendo, atractivo, motivador e incluso necesario [nivel 3 o 4]. Al tenerlo, además de la adrenalina, por durar largos plazos, producimos otra sustancia llamada cortisol, para sentir que estamos vivos y  acorde a la era que estamos experimentando, congruentes con ser multitask, comunicados con el mundo entero superficialmente, informados de las ultimas noticias cada vez que ingresan a nuestro móvil, viviendo unos cambios climáticos constantes y con la certeza de que: » Lo más seguro, es que actualmente nos damos cuenta que NADA es seguro en estos tiempos y todo puede cambiar, rápidamente», la salud, las relaciones, los empleos, el clima, el valor de la moneda, etc. Sin embargo, es aquí y ahora el tiempo donde nos encontramos viviendo y seguramente hay un propósito para que seamos parte de esta nueva etapa de cambios continuos, pero, cómo vivirlos sin morir en el intento.

Antes que nada, es conveniente saber que cada uno somos seres únicos y con una razón para estar aquí, sin embargo, esta aceleración constante, en ocasiones evita que veamos ese fin especial para el cual llegamos por algunos años a recorrer nuestra vida.

Espero poder cambiar algunos mitos respecto al estrés y dar algunas técnicas que ayuden a conectarse consigo mismos, por minutos en sus días normales, para así, pasar al lado de la relajación, paz, enfocarse, tranquilizarse de manera voluntaria y consciente, sin dejar de vivir en la realidad del día a día, misma que viven millones de personas en las horas pico por el tráfico, la fechas límites de entrega, las metas de ventas, los pacientes que cancelan a última hora, los servicios, los tres trabajos, se junta la menopausia con la andropausia y su lindo hijo entra en la adolescencia…por mencionar algunos.

El estrés positivo

Este tipo de estrés en el cual todos estamos inmersos solo por el hecho de estar vivos va pasando por etapas que sería bueno identificarlas, saber que las podemos revertir y que podemos desarrollar la capacidad de elegir, afrontar de forma más saludable nuestros estresores, elegir no ser estresores para otros, recuperar nuestra salud física y emocional e incluso convertirnos en modelos de salud y no de enfermedad. Este estrés empieza a ser dañino cuando nos habituamos a tenerlo, es de bajo impacto al principio (nivel 3 o 4) sin embargo sin darnos cuenta, poco a poco vamos aumentando la necesidad de subirlo de nivel (7 u 8), sin disfrutar periodos de relajación para recuperarnos adecuadamente, además por no ser tan impactante, no se da la respuesta de relajación tan esperada, es aquí cuando empiezan las fases del estrés crónico que se vuelve dañino para nuestra vida.

Este estrés empieza a ser dañino cuando nos habituamos a tenerlo, es de bajo impacto al principio (nivel 3 o 4) sin embargo sin darnos cuenta, poco a poco vamos aumentando la necesidad de subirlo de nivel (7 u 8 ), sin tener periodos de relajación para recuperarnos adecuadamente, además por no ser tan impactante, no se da la respuesta de relación tan esperada es aquí cuando empiezan las fases del estrés crónico que se vuelve dañino para nuestra vida.

Fase I del estrés crónico:

El estrés positivo

Fase de alarma, la cual va a afectar inicialmente, la calidad y contenido del sueño, memoria a corto plazo [nivel 8] pierde llaves, lapiceros, lentes y logra poca concentración. Si no se hace nada para revertir esto y se sigue con las mismas rutinas de vida, el tiempo va a pasar la factura con la siguiente fase.

Fase 2, lucha :

El estrés positivo

Es cuando el cuerpo se encuentra realmente luchando por cumplir con todo lo que se propone o demanda, presentando síntomas que inician siendo leves y poco a poco se van agravando, es cuando muchas personas inician auto medicándose, y pasan de síntomas gástricos como ardor, dolor, inflamación, diarrea, estreñimiento, o dolores de cabeza de vez en cuando leves a moderados, hasta poder llegar a migrañas insoportables, tensión ocasional en cuello o espalda, a verdaderas contracturas musculares que le impiden moverse, temblores en los párpados, o problemas en la piel, sumándole que quizás no haga ejercicio, aumenta el deseo de consumir cafeína en cualquier modalidad para sentir un levantón falso de energía que deje continuar, posiblemente cigarro, más comidas dulces o chatarra.

Es así como la calidad de vida se va deteriorando, sin darnos cuenta de que nuestro cuerpo no podemos cambiarlo cada cierto tiempo, es el único que tendremos a lo largo de nuestra vida, y, depende como lo cuidemos nos va a seguir funcionando. Posiblemente el tiempo va a seguir pasando, sabemos claramente que hay que incluir un estilo de vida saludable por que la información está por todos lados lo cual implica mantener un peso adecuado, hacer ejercicio, comer sano, dormir mínimo 6 horas seguidas, tomar 8 vasos de agua al día. Pero lo cierto es que no sabemos cómo incluir todo eso en la ajetreada vida, sumándole que además cualquier cambio en el estilo de vida me va a generar más estrés. Así que nos rehusamos, es probable que hasta que lleguemos a la fase 3. 

Fase 3: Agotamiento

El estrés positivo

Cuando el cuerpo se rinde, aunque queramos decidirnos a hacer algo y hay quien ni así quiera hacer cambios, aquí nos encontramos con enfermedades psicosomáticas, aclarando que son reales no imaginarias, pero que por nuestro estilo de vida se han desarrollado. Dolores de cabeza intensos, crónicos algunas veces incapacitantes, problemas cardíacos, caída de cabello por mechones, falta de apetito o exceso, colon irritable, reflujo, neuro dermatitis, desgaste de dientes por bruxismo [Apretamiento de mandíbula excesiva], mal humor, irritabilidad, poca tolerancia, ira, reacciones violentas, llegando generalmente a crisis tanto físicas como emocionales y relacionales. » Es por eso una prioridad de estos tiempos, aprender técnicas de manejo positivo de estrés, como si fueran una vacuna a las enfermedades de este siglo: La ansiedad y depresión,»conocer como funcionamos y aprender a pasarnos del estado de tensión a relajación lo más rápido posible. 

Es necesario saber que podemos entrenarnos en técnicas que son fáciles de aplicar en cualquier momento o situación, ya que la mayoría de estresores no está a nuestro alcance cambiarlos, pero sí, la manera en que reaccionamos ante ellos, creando un archivo nuevo en nuestra mente que es el estar relajados. De esta manera, producimos endorfinas que contrarestan los efectos negativos de la adrenalina y cortisol de forma voluntaria, efectiva y rápida, quitando el mito que estar semi dormido o teniendo que aprender alguna filosofía extraña son la solución.

El estrés positivo

Estos consisten en:

l. Distribuir mejor el oxígeno que entra a nuestro cuerpo, evitando saturar el cerebro, aprendiendo a respirar adecuadamente.

2. Conocer y practicar ejercicios que nos sensibilicen a conocer cuando inicia la respuesta de estrés, no solamente cuando ya no la aguantamos.

3. Tener en nuestra memoria física, cómo es sentirnos cuando se encuentra sin molestia.

4. Aprender a comunicarnos de forma más asertiva, marcando límites necesarios.

5. Asumir las responsabilidades que si podemos manejar.

6. Evitar vivir la vida de otros.

7. Enfocarnos de la mejor forma con nuestra propia vida, así descubrir y lograr ese propósito para el cual estamos aquí, sabiendo que lo normal es ser sano, poder gozar los momentos de felicidad y saber que nuestra área espiritual es una fuente de paz y tranquilidad, la cual, al estar basada en los principios bíblicos, no cambia la certeza de confiar que hay un ser superior que si sabe que está haciendo en este mundo tan cambiante y está ahí para ayudarnos, crear una relación constante con él.

En conclusión

Inicié por un chequeo médico, no todo es estrés. Si dentro de las indicaciones de su médico le incluye manejar el estrés, busque cómo aprender técnicas que le ayuden a liberarse de esa acumulación de estrés crónico.

Utilizando instrumentos de medición de señales físicas, que nos indiquen cuándo estamos tensos o relajados.

Al incluir el manejo de estrés en su vida, las enfermedades psicosomáticas, en conjunto con el tratamiento de su médico, dentista o fsioterapista, se irán revirtiendo, pero lo mejor, estará aprendiendo a no recaer en enfermedades constantemente, viviendo períodos de tranquilidad o estrés mínimo, en los lugares que considere seguros.

Aprenderá a Filtrar lo que realmente es importante en su vida. Saber que puede tener una actitud positiva ante los estresores que usted no puede cambiar.

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