Cuando se busca reducir peso o mejorar la salud generalmente se inicia una nueva “dieta” o régimen alimentario, pero el solo comer más saludable no es suficiente para mejorar la salud.
Siempre se han relacionado los hábitos alimentarios y la actividad física a la salud, por lo que también es importante combinar la buena alimentación con la práctica regular de ejercicio y conocer sus beneficios. La actividad física se refiere a cualquier movimiento del cuerpo producido por contracciones musculares que aumentan el gasto de energía de forma significativa.
A continuación, se mencionan los beneficios de la actividad física:
Beneficios fisiológicos:
- ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable,
- ayuda a formar y mantener huesos, músculos y articulaciones sanas,
- ayuda a controlar la presión alta, la tolerancia a la glucosa y el colesterol elevado,
- mejora el tránsito intestinal.
Beneficios psicológicos:
- reduce la sensación de depresión y ansiedad,
- facilita que la persona pueda relajarse,
- mejora la calidad del sueño,
- aumenta la autoestima y el bienestar general,
- reduce el estrés.
Beneficios en el trabajo o nivel laboral:
- aumenta la productividad,
- disminuye el ausentismo,
- disminuye los gastos médicos,
- mejora el desempeño laboral.
Beneficios específicos para la mujer:
- disminuye el riesgo de cáncer de mama y útero,
- disminuye el riesgo de osteoporosis, caídas y fracturas,
- reduce síntomas asociados al ciclo menstrual,
- durante el embarazo, previene la ganancia de peso excesivo, dolor de espalda y la diabetes gestacional,
- el parto puede ser más corto y la recuperación más acelerada,
- reduce o mejora la incontinencia urinaria postnatal.
Beneficios en niños, niñas y adolescentes:
- aumenta el desempeño académico,
- mejora las relaciones con los compañeros,
- aumenta el sentido de responsabilidad,
- disminuye comportamientos antisociales.
Con el ritmo de vida actual, tan atareado, muchas veces olvidamos o dejamos de practicar actividad física y pretendemos que el proceso de bajar de peso y mejorar la salud, se logre únicamente con la dieta, lo cual no ocurrirá con los mismos efectos positivos si no es combinado con un régimen de actividad física, ya sea ejercicio regular o practicar algún deporte.
Adolescentes y adultos deben desempeñar alguna actividad física de moderada intensidad, por lo menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana, o preferentemente todos. Los niños y niñas deben realizar actividad física 60 minutos a diario.
Algunos ejemplos de actividades físicas moderadas son: caminar, bailar, yoga, patinaje, montar bicicleta, levantar pesas, Voleibol, golf, softball, bádminton, basquetbol, limpieza general, lavar el carro y mantenimiento del jardín.
Lo ideal es recurrir con un profesional de la salud, para que pueda elaborar un plan de alimentación personalizado, tomando en cuenta los requerimientos de nutrientes, gustos, preferencias y actividad física actual.
¡Combina la actividad física con el plan de alimentación para obtener buenos resultados, haz la prueba nunca es tarde para mejorar tu salud!