A lo largo de los años la connotación de la palabra ¨dieta¨ ha sido utilizada incorrectamente para referirse a plan alimenticio.
Dieta se define como los alimentos y bebidas que se consumen de manera regular, sin importar los hábitos alimenticios del individuo, sin embargo, es vital considerar la implementación de correctas conductas alimenticias para brindar una vida saludable a futuro.
Un cambio de hábitos provoca que se genere un nuevo estilo de vida siendo este permanente y no momentáneo.
A la vez, la perspectiva de ver la vida cambia radicalmente en múltiples aspectos, modificación de hábitos alimenticios (cantidad y calidad consumida de alimentos), actividad física, entre otras. El cambio demanda disciplina, constancia, dominio propio y compromiso.
Al realizar estos cambios los resultados se perciben a corto, mediano y largo plazo ya que permiten una mejor calidad de vida.
La proporción de las personas clínicamente con sobrepeso u obesidad ha aumentado notablemente.
Algunas de sus causas son sedentarismo, aumento de consumo de comida chatarra, ingesta de alcohol, antecedentes familiares y hereditarios, el metabolismo e incorrectas conductas alimenticias. Resulta preocupante, ya que el sobrepeso y obesidad están relacionados con diversos problemas de salud, tales como: Diabetes, infarto, hipertensión, accidente vascular cerebral, problemas respiratorios y ciertos tipos de cáncer. A la vez, aumento de la mortalidad.
Bajar de peso no consiste en comer menos, se trata de cambiar los hábitos que le hacen subir de peso.
El proceso para perder peso no es fácil, es un proceso gradual, sin embargo, con cambio de hábitos se obtienen buenos resultados. Se puede incorporar un plan de alimentación personalizado para obtener mejores resultados, el cual debe ser nutritivo, factible económicamente, variado, fácil de adaptarse y que se satisfaga al individuo.
Se recomienda organizar la despensa, comprar productos nutritivos, realizar 5 tiempos de comida en el día, consumir 8 vasos de agua pura diarios, añadir más frutas, verduras, cereales de granos enteros y grasa saludable para tener un efecto benéfico en la salud.
Esto implica evitar la ingesta de grasas saturadas e hidrogenadas, alimentos enlatados y procesados, así como disminuir el consumo de productos azucarados y con alto contenido de sodio.
Cambiar los hábitos alimenticios de muchos años atrás no se logra de un día para otro, debe hacerse un cambio definitivo y permanente en la vida. No se debe tener miedo de tomar el control y comenzar a vivir saludablemente.
¡Nunca es tarde para empezar una vida sana!