Desde muy pequeños se nos enseñó a llamar a los señores recolectores de residuos: el señor de la basura, los de la basura, el basurero o los del camión de la basura, por mencionar algunos.
Sin importar cómo nos hayan enseñado a llamarlos, o cómo actualmente los llamemos, estamos en una época en que, a través de una pandemia que no hace distingos de ningún tipo, hemos aprendido a respetar y honrar el trabajo, a valorar y apreciar la salud y la vida, a darnos cuenta del significado y la fragancia a dicha, que tiene la libertad. Pero todo esto sería en vano, si lejos de convertirnos en aficionados de andar filosofando y compartiendo frases trilladas en las redes sociales, no genera un verdadero cambio de actitud y acciones en nosotros; empatía y gratitud por los demás, aprecio y consideración, así como respeto por el valor que el trabajo de cada uno tiene, en la economía del país y, sobre todo, el impacto de este, en nuestras vidas.
¿Te imaginas qué hubiera pasado y cómo estuviéramos, si los señores recolectores de residuos hubieran entrado en cuarentena también? ¿Si como todos los productos básicos, la recolección de residuos hubiera sido restringida, limitada y además encarecida?… A lo mejor no hubiéramos muerto por la pandemia actual, pero quién sabe, como a lo mejor sí, de otra enfermedad o pandemia, provocada por la contaminación y acumulación de residuos.
En un inicio fue un poco confuso entender que eran “ecoins®,” sobre todo ahora con tanto nombre extraño y estafas en redes, a los más conservadores no nos gusta aventurarnos, pero al interesarme por entender y darme cuenta, de que la idea viene de un país cercano, de habla hispana y además centroamericano, me entusiasmó saber que podía aprender algo nuevo y enriquecedor, no solo para mí, sino para mi familia, mi comunidad y mi país, pero lo mejor de todo, me hizo sentir aún más admiración, consideración y gratitud por los señores que, tres veces a la semana, pasan recogiendo los residuos de mi casa y son tan amables, además de nobles, que incluso si no está afuera, tocan el timbre para no dejar de hacer su trabajo.
Sin importar el mal olor, la forma sucia y desordenada como muchas personas entregan sus desechos, es impresionante escuchar desde muy temprano por la mañana, que ellos ya están trabajando, no sé si alguna vez has observado que, con juguetes o peluches viejos decoran sus camiones y cómo, sin que sea precisamente el lugar más bonito o cómodo, van bromeando y sonriendo sentados sobre los montones de residuos.
Sin quejas ni excusas, utilizan su mascarilla, se protegen y nos protegen, con la misma agilidad y sencillez de siempre, toman las bolsas y las ponen sobre su espalda, me pregunto: ¿En qué momento lavan sus manos? ¿Acaso pueden bañarse y lavar la ropa cada vez, que han estado expuestos a contaminarse? ¿Tendrán acaso un pediluvio dentro del camión, para limpiar sus zapatos, cuando los ensucian? ¿Llevarán agua pura y limpia que beber, durante su jornada? Son solo algunas preguntas, de las muchas que seguro te estás haciendo y yo sigo haciéndome.
¿Todo esto, no despierta en ti, el deseo de querer hacer algo bueno por ellos y por nuestro país?
Si tú eres de las personas que están en busca de aportar y hacer una labor noble, en esta época tan confusa, tan llena de distintas reacciones, con cambios que de una u otra manera nos han venido a sacar de nuestra comodidad, a todos, te invito a que apoyes este proyecto, que pienses en todas las cosas buenas, que a través de esto puedes hacer y enseñar, te menciono unas cuantas:
- Nos educamos a nosotros mismos, al aprender a reciclar, eso es riqueza, conocimiento.
- Nuestros residuos van clasificados y de verdad, despiden menos mal olor, esto es higiene y menos contaminación.
- Nuestros hijos aprenden de cuidado al planeta y lo más valioso, el respeto y consideración por los demás, enseñas a amar.
- Aunque no estemos donando toneladas de comida, estamos ayudándoles a generar ingresos, al mismo tiempo para nuestra casa, esto es solidaridad y generación de empleo.
- Al dar el ejemplo como familia, impactaremos a las familias de nuestro alrededor, extendiéndose de tal manera, que impacte a nuestro país, siendo así una ciudadanía mejor educada y cuidadosa de lo suyo, estamos enseñando a hacer y luego a hablar, a ser congruentes, dando el ejemplo.
- Dejaremos un legado que perdurará y mejorará con el tiempo, pues nuestros hijos serán formadores de generaciones aún más conscientes, llenos de amor por su patria y sus semejantes, qué más podemos anhelar, sino dejar estas herencias de bien.
Guatemala es nuestra responsabilidad, deja a un lado qué hacen o no, nuestros actuales gobernantes, hagamos algo nosotros, por nosotros mismos, por nuestras familias y por nuestro país, por LOS SEÑORES RECOLECTORES DE RESIDUOS.
TE INVITAMOS A SER PARTE DE ESTE PROYECTO, HACIENDO DE GUATEMALA, UN PAÍS DE BUENOS EJEMPLOS, A TRAVÉS DE TUS ACCIONES.
“ecoins en casa”
Necesitas lo siguiente:
- Descargar el APP de ecoins® como “ecoins-eco” en el Play Store o iOS, o abrir la cuenta en www.ecoins.eco.
- Contar con un servicio de recolección de residuos ordinarios, o de reciclables, o bien de chatarra.
- Limpiar y secar los materiales, y luego colocarlos en una bolsa que deberá quedar bien cerrada.
- Etiquetar la bolsa con la palabra “RECICLAJE”, puede ser con un papel o con cinta adhesiva, agregar la fecha de entrega y las iniciales del nombre y apellido.
- Tomar una fotografía a la bolsa donde se vea el rótulo y enviarla a través del Messenger de Facebook a ecoins: m.me/ecoinsECO.
- Colocar la bolsa en el punto de entrega en donde regularmente pasa el camión (fuera de la casa, en la entrada del condominio, etc.)
En un máximo de 8 días se te adjudicará un monto de 300 ecoins. Será una cantidad fija por entrega y se destinarán al monedero virtual. Inmediatamente después podrán ser utilizados en la compra de cupones de descuento dentro de la plataforma por medio de este enlace: https://guatemala.ecoins.eco/Promociones/Index
Puede conocer más en las redes sociales. Instagram: @ecoins.gt Facebook: ecoins.gt
¡Guatemala y los señores recolectores de residuos, cuentan contigo!