Covid-19 sin excepción alguna, vino a poner al mundo entero ante una tormenta desconocida, silenciosa y llena de incertidumbre, sin embargo, en barcas diferentes.
Luego de casi dos años de estar enfrentando la pandemia, tanto en los hogares como en los hospitales y centros de atención médica, las medidas de seguridad y los protocolos de atención han cambiado, así como también el virus a mutado y sin lugar a duda seguirá haciéndolo.
Ningún hospital alrededor del mundo, ninguno, estaba preparado para esto, en el proceso y el camino recorrido con toda clase de experiencias duras y diferentes, los profesionales de la salud han tenido que aprender e innovar constantemente para poder ayudar a salvar a la humanidad.
Afortunadamente y a pesar de las limitaciones, contamos con la vacuna, que de momento además de las medidas de prevención básicas como: uso de la mascarilla, lavado constante de manos y el distanciamiento físico, son lo que mantiene con vida a muchas personas. No olvidemos que estas medidas, son indispensables para todos, sobre todo por aquellos que sin saberlo ni pretenderlo, pueden ser pacientes positivos asintomáticos, y, estar poniendo en riesgo a los demás.
Independientemente de la condición socio económica, lo que más prevalece en la población que no quiere vacunarse, es la ignorancia por falta de información, o, por información amarillista y equívoca. En Hospital el Pilar, al ingresar a un paciente por Covid-19, lo primero que se le pregunta es si está vacunado, y tristemente hemos confirmado que, el 95% de pacientes internados en el intensivo, son aquellos que no han sido vacunados y el 5% restantes, considerados moderados o leves, estos últimos bajo atención en sus domicilios, estaban vacunados.
No se deben escatimar esfuerzos por la salud y la vida, sin importar el origen de las vacunas, ya están disponibles y sin ningún costo para toda la población, no hay excusa válida para no vacunarse y responsabilizarse de nuestra vida y la de los demás.
Adicional a todo esto, algo que también ha evolucionado y sobre todo mejorado, son las pruebas de diagnóstico disponibles, es importante que sepamos cuáles son y qué uso de acuerdo con cada condición se le da a cada una.
Originalmente las pruebas estaban autorizadas para ser utilizadas únicamente por las autoridades de salud, hasta que, en mayo del 2020 tras la necesidad y emergencia bajo la que se encontraba el mundo, autorizaron que se realizaran de forma privada también.
Actualmente existen cinco tipos de pruebas:
Pruebas de Antígeno
Son las más rápidas, los resultados están listos en no más de tres horas después de haber tomado la muestra y son utilizadas especialmente por aquellas personas que las necesitan para cumplir con algún requisito, como es el caso de las personas que van a viajar. No es la idónea, pues su resultado no es del todo fidedigno, excepto en aquellos casos en que la persona presente síntomas serios relacionados con Covid-19.
ID NOW PCR
Determina si el paciente tiene o no el virus, sin brindar el porcentaje de carga viral, es útil en caso de pacientes bajo una emergencia, que necesita ser hospitalizado, pero no tiene síntomas o patología de COVID, así como para sus acompañantes autorizados, que como bien sabemos por su seguridad el ingreso de estos se ha limitado.
Gene expert
Esta prueba, si nos indica el porcentaje del virus que porta la persona, a través de una onda de ciclo que la máquina ha determinado con un número standard, que por debajo de 35 indica que aún puede contagiar, mientras que arriba de 35 nos indica que ya no tiene una carga viral con la que corra riesgo de contagiar a alguien más, esto de igual manera, además de ayudar al manejo correcto del paciente, nos ayuda a determinar en qué área ubicarlo (COVID o no COVID).
RTPCR
Esta es especial para pacientes con los que no hay días ni horas para esperar, por ejemplo, una mujer que venga con trabajo de parto con dilatación completa, además de inmediata, esta es infalible y la mejor, utilizada sobre todo en casos muy emergentes, es una prueba a través de biología molecular y no todos los hospitales la tienen.
FilmArray
Esta última, ya existía, nos brinda información adicional que es útil para aquellos pacientes que no tienen un cuadro claro, sobre todo si ya tuvieron COVID, pero tienen otras manifestaciones virales, por lo que permite determinar si el manejo de la combinación de los virus, o el nuevo virus adquirido, puede ser manejado en casa, o necesita hospitalización.
Todo esto nos muestra como los protocolos de diagnóstico, manejo, tratamiento y seguimiento de los pacientes con Covid-19 han cambiado y mejorado, pese a todas las adversidades.
Ahora nos queda una última entidad que está dando mucho problema, denominada COVID persistente, son personas que se quedaron con secuelas del COVID, ya que este es una enfermedad multisistémica (afecta todos los órganos) por lo que las secuelas pueden ser: neurológicas, pulmonares, gastrointestinales, renales y en muchos casos no solamente una, sino varias. Hospital El Pilar está creando las unidades de especialistas, de manera que estas personas puedan ser atendidas desde el origen de sus complicaciones y no se queden sin un seguimiento debido y a detalle, de acuerdo con la condición de cada uno, con los especialistas indicados.
El camino por recorrer es aún muy largo, mucho que seguir aprendiendo y creando, lo más importante es no bajar la guardia con los cuidados, no dejarse llevar por publicaciones o noticias sin un respaldo profesional y buscar siempre la orientación de especialistas en el tema. Nadie es experto, nadie se imaginaba que esto iba a suceder, por lo que no hay que perder la cordura y dentro de lo que a cada uno nos corresponde, buscar siempre que prevalezca el resguardo de la salud y como consecuencia la vida.
Entrevista realizada al Dr. Federico Ranero Cabarrús, Director Médico de Hospital El Pilar
Entrevista realizada
