- Son pocas las alternativas de las que dispone un paciente que tiene hernia.
- Rara vez se prescribe el uso de una trusa (faja para hernia) ya que por lo general resulta ineficaz.
- La mayoría de las hernias requiere un procedimiento quirúrgico.
Los procedimientos quirúrgicos se realizan en una de dos formas:
- El abordaje abierto se realiza desde el exterior a través de una incisión de tres a cuatro pulgadas en la ingle o en el área de la hernia. La incisión se extenderá a través de la piel, la grasa subcutánea permitirá al cirujano llegar hasta el nivel del defecto. El cirujano quizá opte por usar un pedazo pequeño de malla quirúrgica a fin de corregir el defecto o el agujero. Esta técnica por lo general se realiza con anestesia local y sedación, sin embargo, también puede realizarse con anestesia espinal o general.
- La reparación laparoscópica de hernia. En este abordaje, se inserta a través de una cánula, un pequeño tubo hueco, un laparoscopio (un telescopio diminuto) conectado a una cámara especial, que permite que el cirujano visualice la hernia y el tejido circundante en una pantalla de video.
Se insertan otras cánulas que permiten que su cirujano trabaje “por dentro”. Por lo general hacen falta tres o cuatro incisiones que miden un cuarto de pulgada. La hernia se repara desde atrás de la pared abdominal.
Se coloca sobre el defecto de la hernia un pequeño pedazo de malla quirúrgica, la cual se fija con pequeñas grapas quirúrgicas. Esta operación suele hacerse con anestesia general u ocasionalmente con anestesia regional o espinal.
¿Qué ocurre si la operación no puede realizarse o completarse por vía laparoscópica?
En una pequeña cantidad de pacientes no se puede realizar el método laparoscópico. Entre los factores que pueden aumentar la posibilidad de optar por el procedimiento “abierto” o de convertir a dicho procedimiento se incluyen obesidad, una historia de cirugía abdominal anterior que produjo tejido cicatrizal denso, imposibilidad de visualizar órganos o problemas de sangrado durante la operación.
La decisión de realizar el procedimiento abierto se determina a criterio de su cirujano ya sea antes o durante la operación misma.
Cuando el cirujano siente que es más seguro convertir el procedimiento laparoscópico en abierto, no se trata de una complicación, sino más bien de una decisión quirúrgica sensata. La decisión de convertir a un procedimiento abierto se fundamenta estrictamente en la seguridad del paciente.
¿Qué se espera después de la cirugía?
- A continuación de la operación se le trasladará a la sala de recuperación donde se le vigilará durante una a dos horas hasta estar plenamente despierto.
- En cuanto esté despierto y pueda caminar, se le enviará a su casa.
- Con cualquier operación de hernia puede contar con la expectativa de tener algo de dolor, mayormente durante las primeras veinticuatro a cuarenta y ocho horas.
- Se le anima a que se levante y camine el día siguiente a la cirugía.
- Con la reparación laparoscópica de hernia es probable que pueda retomar sus actividades normales al cabo de un lapso corto. Entre dichas actividades se incluyen: darse duchas, conducir su automóvil, subir escaleras, levantar cosas, trabajar y tener relaciones sexuales.
- Pida una cita de control al cumplirse 10 días posteriores a su operación.
¿Cuáles complicaciones pueden ocurrir?
- Cualquier operación puede presentar complicaciones. Las complicaciones principales de cualquier operación son: sangrado e infección, que son poco frecuentes en el caso de la reparación laparoscópica de hernia.
- Existe una leve posibilidad de riesgo de sufrir una lesión de vejiga urinaria, intestinos, vasos sanguíneos, nervios o conducto espermático que va al testículo.
- No es raro que experimente dificultad para orinar después de la cirugía, y es posible que sea necesario que se le inserte una sonda en la vejiga urinaria, durante un lapso de hasta una semana.
- Siempre que se le repare una hernia existe la posibilidad de que se le repita.
Aún se desconoce la tasa de reaparición a largo plazo. Su cirujano lo ayudará a decidir si los riesgos de la reparación laparoscópica de hernia son menores que los riesgos de no tratar la afección.
¿Cuándo debe llamar a su médico?
Asegúrese de llamar a su médico o cirujano si se le presenta alguno de los síntomas siguientes:
- Fiebre por encima de 101ºF (39ºC) que no cede.
- Sangrado.
- Hinchazón abdominal o de la ingle que va en aumento.
- Dolor que no se alivia con sus medicaciones.
- Náusea o vómitos persistentes.
- Imposibilidad de orinar.
- Escalofríos.
- Tos persistente o falta de aliento.
- Drenaje purulento (pus) de cualquier incisión.
- Enrojecimiento alrededor de cualquiera de sus incisiones, que se empeora o se agranda.
- Imposibilidad de comer o de beber líquidos.
El presente no pretende reemplazar la consulta con su cirujano, en cuanto a la necesidad de que se le haga una cirugía laparoscópica de hernia inguinal. Si tiene preguntas referidas a su necesidad de cirugía de hernia, alternativas, facturación o cobertura de seguro, o sobre la capacitación o la experiencia de su cirujano, no dude en preguntarle a dicho cirujano o al personal de su consultorio al respecto.
Si tiene preguntas en cuanto a la operación o el control subsiguiente, se le ruega que converse sobre los mismos con su cirujano antes o después de la operación, nunca se automedique ni someta a un procedimiento, sin tener toda la información bajo la orientación de un profesional.
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