En el día del padre, ¿cómo no honrar tan digno rol en la vida?, sin esa parte aportada por ellos no habría un nuevo ser, en ocasiones sorprendidos por la noticia, en otras esperando desarrollar ese papel que marcará la diferencia en su vida, saber que desde ese momento la responsabilidad por alguien más es parte de su ser. Que tan bien se desempeñen, el tiempo lo dirá, nadie nace sabiendo.
El modelo ha sido transformado en las diferentes etapas y circunstancias, como suele pasar en todo. Siempre habrá distintas maneras de ser papá, así como diversas razones, por las cuales son llamados papá. Hoy toca enaltecer como en el corazón del hombre está el deseo de trascender y es a través de los hijos, que muchas veces van a encontrar la forma de dejar el legado de su Ser, avanzarán hacia una generación más, podrán enmendar la plana de sus propios padres valorando la gran oportunidad del presente, sin criticar el pasado que cada hombre ha construido.
Es el padre quién transmitirá la seguridad del contacto con el mundo exterior, fuera de casa, a través de la forma como enfrenta las batallas para llevar el sustento al hogar, es quien da la certeza y la seguridad, respondiendo a las necesidades, y quizás es aquí, para mí lo más importante, no es lo material, sino el abrazo de Papá, lo que transmite fortaleza y seguridad. Una caricia de papá nos hace entender que también puede ser frágil y lo hace más sensible. Una mirada de Papá inyecta la aprobación para atreverse a quitar los miedos y así, alcanzar las metas y propósitos.
Invito a los papás a que revaloren su Rol formador, disciplinador y de transformación para las nuevas generaciones, a que eviten ceder a algo o a alguien más, su papel único, estén cerca o lejos, la paternidad es y seguirá siendo necesaria siempre.
Sin importar las corrientes filosóficas, psicológicas o económicas que vayan y vengan, su papel principal es valorarse primero… tú hombre, cuídate y de seguro así tomaras las mejores decisiones para valorar y cuidar de los tuyos. Ser un papá ejemplar no es ser perfecto, ni tratando de competir con algo o con alguien, ser un papá ejemplar tiene que ver con la sanidad de tu corazón, de cualquier herida que haya dejado en ti tu propio padre, que muy probable tampoco supo cómo serlo….el presente es lo que cuenta, vas para adelante y sin importar la edad de tus hijos, siempre será necesario que escuchen de tu consejo, aun reconociendo que no hiciste el mejor papel, los hijos aprenden a perdonar y anhelan saber que estás presente en sus vidas, porque duele más el vacío, que ver el esfuerzo de querer enmendar la página, sin importar lo que haya sucedido…. Sí, es necesario, pide perdón de corazón, y lucha por ser el mejor con respeto, perdona la ausencia, carencias, y dificultades. La biblia nos pide honrar a nuestros padres con la promesa de que nos irá bien y tendremos larga vida. No solo se trata de participar en darle la vida a nuestros hijos, es muy importante nunca abandonar el papel de padre.
Tomaré una frase del libro Salvaje de Corazón, escrito por John Eldredge [1] y el cual les recomiendo para entender el corazón del hombre en sus diversos roles, sería un excelente regalo para los papás o cualquier hombre para descubrir, cómo sanar su corazón y atreverse a vivir la vida desde una perspectiva diferente, amando su diseño original. Es un libro que trata de recuperar y liberar el corazón del hombre, sus pasiones, su verdadera naturaleza, la que le fue dada por Dios. “Porque si usted ha de conocer quién es en realidad como hombre, si ha de encontrar una vida digna de vivirse, si ha de amar profundamente a una mujer, sin transmitir su confusión a sus hijos, sólo debe recuperar su corazón”.
Al decir recuperar el corazón, es atreverse a la confrontación que el rol de Padre hace descubrir en cada hombre. Esta es la oportunidad de revalorarse, de posiblemente cambiarse el nombre, según Dios lo diseño, para lograr las cosas grandes, como formar nuevas vidas a través de su ejemplo, sin apagar la energía de la aventura, de la conquista de rescatar lo bello de la vida, siguiendo el ejemplo del Padre de Padres, al que podrán acudir cuando las dudas y tormentas de la vida sean inexplicables, el mejor modelo siempre está esperando, solo es cuestión de querer acercarse a Él.
¡Muchas felicidades a los padres en su día!
Con mucho cariño para mi papá Alfonso Salcido (92), mi suegro Alfredo Palmieri I. (mi papá en Guatemala) y mi papá espiritual, Vladimiro Vasquez.
[1] Editorial Unilit, Miami Florida 33172. Con derechos reservados. Edición 2010