El sistema de salud guatemalteco enfrenta hoy uno de sus más grandes desafíos en la historia a causa de la pandemia generada por el COVID 19. Tal y como lo han destacado las autoridades de salud en las últimas semanas, los contagios y las muertes debidas al virus han experimentado un aumento que llama a una urgente entrada en consciencia por parte de los guatemaltecos.
Para evitar un colapso del sistema de salud; urge encontrar soluciones rápidas y efectivas para contrarrestar la sobredemanda de los servicios y contribuir así, a disminuir los gastos operativos del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y de los centros de atención del Ministerio de Salud Pública.
En ese sentido, se hace más importante que nunca, fomentar en los guatemaltecos un verdadero sentido de autocuidado en salud, con el fin de garantizar una adecuada gestión de los recursos económicos en los centros hospitalarios y evitar su saturación.
De acuerdo con un estudio publicado en 2018 por la Industria Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR), los sistemas de salud en Latinoamérica destinan una gran cantidad de recursos a la atención de enfermedades leves como resfriados, diarreas, lumbalgias y candidiasis vaginal -entre otros-, mismas que podrían ser atendidas en casa con medicamentos que no requieren prescripción médica y que son de fácil acceso.
Ahora bien, ¿qué implica el autocuidado? Como lo menciona la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autocuidado en salud incluye acciones preventivas; es decir, acciones regulares para mantenerse en un buen estado, así como tomar los pasos apropiados cuando nos enfermamos.
El autocuidado son todos esos actos que se realizan a diario para aumentar el bienestar y prevenir la aparición de algunas enfermedades, ya sea a través de la implementación de hábitos de vida saludable, como el ejercicio regular y la buena alimentación, o tomando decisiones informadas sobre el uso de medicamentos de venta libre, que permiten prevenir, aliviar y tratar algunas dolencias leves sin la necesidad de visitar el médico.
Los medicamentos de venta libre cuentan con la aprobación de las autoridades sanitarias guatemaltecas y una amplia experiencia de uso, lo que garantiza su seguridad y efectividad para generar bienestar y mejorar la calidad de vida.
Si se lograra interiorizar una cultura del autocuidado y fomentar los hábitos de vida saludable, podremos contribuir a descongestionar los hospitales y optimizar valiosos recursos del sistema de salud que podrán ser dirigidos a la atención del pico de la pandemia y al tratamiento de enfermedades de alto costo que requieren hoy su máxima atención.
Este es un llamado de conciencia a la ciudanía sobre la importancia y los beneficios del autocuidado. Si unimos esfuerzos entre todos, y cada persona cuida de si misma, también está cuidando de los demás, al permitir que los recursos disponibles se enfoquen en la atención de enfermedades más complejas que requieren la atención hospitalaria, haciendo énfasis en que la automedicación está indicada para el tratamiento de enfermedades leves y es un concepto completamente distinto de la autoprescripción, la cuál implica el uso indebido de medicamentos que solo pueden recibirse con prescripción médica para el tratamiento de enfermedades más complejas y que requieren la supervisión médica.
Hoy más que nunca el autocuidado debe ser una prioridad en nuestra sociedad. El mercado de productos de venta libre, reconocidos y de calidad, sumado a la promoción de información de valor sobre salud y prevención, no solo contribuye a propiciar bienestar en nuestra sociedad, sino que es fundamental para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema y ayudar a disminuir su congestión en tiempos de pandemia.