No hace falta más que prender la radio, pararse por las calles o visitar un centro comercial, para notar que la navidad con su fiesta está en Guatemala. Rojo, verde, luces, árboles majestuosos con sus brillos, nacimientos, tamales, convivios y el jo,jo,jo de Santa, nos invitan a lanzarnos a la búsqueda de ofertas de todo tipo, haciéndonos desear lo impensable y estar dispuestos a gastar, comer, beber y lo peor de todo, a hacerlo en exceso. Lo cierto es que a una gran mayoría de la población la devora el mundo y sus propuestas, pasando de ser una fiesta familiar a una parranda bulliciosa y sin límites.
¿O, tengo un asunto emocional pendiente por arreglar? (Duelos, rencores, divorcios, enfermedades, entre otros), entonces las fiestas navideñas se vuelven un motivo para angustiarse, abrumarse, frustrarse, deprimirse e incluso desear la muerte. ¿En cuántas personas afloran el resentimiento, la envidia, la rabia? Cuántos erradamente encuentran en sus adicciones refugio, pues navidad trae recuerdos y sensación de soledad y abandono.
Cuántos son víctimas de nostalgia, añoranza por los que ya no están o lo que fueron; en fin…hoy escribo para invitar a los lectores a reflexionar y no perdernos en estas fiestas y con todo respeto, me permito sugerirles:
Analice, el porqué de la celebración?
Su origen es eminentemente cristiano, en el que, para los no creyentes, déjeme contarle que se celebra la locura de amor de Dios por la humanidad. En la que tomando la forma de niño viene al mundo a rescatar nuestra naturaleza caída y a plantearnos una forma de vivir en amor, gozo, paz y esperanza.
La comida
No la vuelva el centro de la celebración. En un extremo los atormentados por comer saludable y medido, en el otro extremo los que sin ningún dominio propician los excesos. Organícese y en base a sus costumbres, pero sobre todo a su realidad económica prepare la cena navideña, no caiga en los excesos y siéntase feliz de prepararlo o servirlo con amabilidad y gratitud, principalmente lo segundo, pues fuera de estos dos extremos hay una realidad cruel y vigente, aquellos que sencillamente no tienen nada para comer esta noche.
La decoración
Saque lo que tenga de años pasados, colóquelo, no se agote y llegue al mal humor, permita que participen todos y no se moleste por la apatía de algunos en casa. Sea creativo más que consumidor. No siempre lo más caro es lo más bonito, atrévase a cambiar, reciba sugerencias para así involucrar a los de casa. No compita.
Haga un listado y comience por ver qué siente por cada persona a la que le regalará un detalle. Sí, debe revisar cómo están sus afectos y apatías.
Decidir perdonar es indispensable y aunque no va envuelto en papel y con una moña, es el mejor regalo que podemos darnos y sin presunción dar a los demás.
Haga un presupuesto y dé lo que de verdad puede dar, con gozo y deseo de hacer feliz al otro. No deje de dar un regalo a alguien que probablemente no recibirá más regalos que el suyo. No se regala para recibir, no compare lo que usted regala con lo que recibe.
¡Descubra la dicha de dar usted lo mejor! No se enoje si no le dan las gracias, no regale para apantallar, ni juzgue a las personas que le regalan, ¡al final NO ES UNA OBLIGACIÓN! Sea agradecido.
Haga un listado y comience por ver qué siente por cada persona a la que le regalará un detalle. Sí, debe revisar cómo están sus afectos y apatías.
Decidir perdonar es indispensable y aunque no va envuelto en papel y con una moña, es el mejor regalo que podemos darnos y sin presunción dar a los demás.
Haga un presupuesto y dé lo que de verdad puede dar, con gozo y deseo de hacer feliz al otro. No deje de dar un regalo a alguien que probablemente no recibirá más regalos que el suyo. No se regala para recibir, no compare lo que usted regala con lo que recibe.
Descubra la dicha de dar usted lo mejor! No se enoje si no le dan las gracias, no regale para apantallar, ni juzgue a la personas que le regalan, al final NO ES UNA OBLIGACIÓN! Sea agradecido.
Los vicios
No permita que la botella (O cualquier adicción) sea de quien dependa su alegría o el fin de la fiesta. ¡No, no es el alcohol o las drogas el Señor de la Navidad! Cuántos mueren, matan, atropellan o roban a sus seres queridos la alegría, la paz y la concordia cuando se pasan de su medida.
¡No estropee la Navidad! Qué está ocultando detrás de las borracheras, ¿qué esconde o demuestra que no controla esa adicción? ¿Qué dolor tiene? Mejor platíquelo, resuélvalo antes de arruinar la fiesta y dejar huellas imborrables en su familia o amigos.
Los sentimientos negativos
Si es usted de las personas que añoran y lloran a sus muertos el 24 a la media noche, le sugiero visite a sus difuntos días antes, lléveles flores y allí llore por unos momentos, pero para navidad, revístase de gozo y alegría. La novia que se fue, el amigo o hijo que no está, ese primer año de estar divorciado puede llevarlo a entronizar a la tristeza como señora de esa noche, de nuevo le pido resuelva ahora y no se ahogue en dolor en una noche en la que se celebra la esperanza de un futuro mejor. No contamine de dolor su corazón, ni con amargura su ambiente.
No se llene de envidias, no se frustre por desear más de lo que puede; asuma con gratitud lo que tiene y no se compare. Si realmente está en época de recesión económica, vea al futuro con esperanza, que con trabajo y la ayuda de Dios cambiará su situación.
Economía
Si bien es cierto por el aguinaldo la economía se activa, sea cauto en sus gastos. El dinero plástico a crédito es de pensarlo. No gaste, invierta; no compre más de lo mismo, compre eso que es necesario y no tiene.
Mejore su calidad de vida en algún aspecto, no compre a la primera que vea la oferta, vuelva a casa y platíquelo. Sepa esperar hay muchas cosas sin las que podemos vivir. Si siente culpa por ausencias en su casa, por errores cometidos, no los pague con cosas sino cambiando actitudes.
No se llene de envidias, no se frustre por desear más de lo que puede; asuma con gratitud lo que tiene y no se compare. No se sienta un mal padre por no dar de todo (Lo material) a sus hijos en Navidad, esmérese por hacer familia, aunque es doloroso, las limitaciones de cosas nos vuelven personas luchadoras.
No se queje, no culpe, no critique. Analice qué está en sus manos cambiar y viva la fiesta pensando que va a poner su mejor esfuerzo en que el 2022 sea diferente. Teniendo una buena actitud, fe en usted mismo, en su familia y sobre todo… Fe en ese Dios al que celebramos en navidad.
Los estrenos: No malgaste tanto dinero en ropa, no nos perdamos, valemos por lo que somos y no por la marca que nos ponemos. La moda es caprichosa y efímera.
Si se descubre comprando compulsivamente prendas de vestir, deténgase y razone: Qué vacío está llenando con todo aquello. ¿Qué le hace no poderse controlar? Sea cauto y supla sus necesidades. Por supuesto, si puede dese el gusto de verse bien, pero recuerde, la cantidad ¿es necesaria?
Finalmente, y desde lo más profundo de mi ser, habiendo experimentado esto y mucho más, puedo decirle sin temor a equivocarme: Descanse y pida el regalo más majestuoso y embriagante que alguien pueda recibir, pida Paz, esa paz que va más allá de lo que se ve y se toca, al saber que Dios nos dice con autoridad y verdad:
No se preocupen por la vida, pensando: ¿qué vamos a comer? no se inquieten por el cuerpo: ¿con qué nos vamos a vestir? porque la vida es más que alimento, y el cuerpo más que el vestido. Lucas 12:22-24.