Todos los seres humanos estamos sometidos a un envejecimiento cronológico de nuestros órganos y, en especial, de nuestra piel.
Dicho envejecimiento se ve acelerado por factores intrínsecos (genéticos, hormonales, étnicos) o por factores extrínsecos (tabaquismo, exposición solar excesiva, alcoholismo, etc.).
Con el paso del tiempo podemos apreciar que la piel se torna menos hidratada y menos elástica, iniciándose con esto la formación de arrugas, líneas de expresión y flacidez de los tejidos.
Hoy en día existen múltiples tratamientos antienvejecimiento que van desde el uso de equipos laser, luz pulsada, ultrasonido y radiofrecuencia ente otros, centrándose en esta oportunidad, en este último.
El uso de radiofrecuencia en Dermatología, Cirugía Plástica y Medicina Estética es una tecnología que actualmente se encuentra en boga. Se trata en sí de generar diatermia regenerativa en la piel o tejidos con el fin de mejorar el aspecto y la flacidez de los mismos.
En nuestro país podemos encontrar equipos de radiofrecuencia con distintas tecnologías, siendo estos los primeros o más antiguos los de tecnología CET, hasta los más nuevos de tecnología RET, todos con sus variaciones de monopolar, bipolar o multipolar.
La polaridad o cantidad de polos que tenga una pieza de mano o transductor hace que sea llamada mono, bio multipolar, siendo la monopolar la que envía ondas a un nivel cutáneo más profundo y dejando a la bipolar y multipolar para ondas más superficiales.
Es importante diferenciar entre una Radiofrecuencia Capacitiva (CET) y una Radiofrecuencia Resistiva (RET), ya que ambos son tratamientos que usan un principio básico de generar calor en los tejidos; para regenerarlos usando ondas de corriente eléctrica, que están dentro del rango de 0.3 hasta 10 MHz.
Los equipos de tecnología CET, inducen la difusión de energía en la superficie de la piel provocando calor o elevación de la temperatura en el área más cercana al transductor (a nivel de piel), por lo tanto, son terapias que pueden ser menos confortables para el paciente o que necesiten de enfriamiento de los tejidos, con frecuencia para evitar quemaduras.
Debido a este inconveniente de la tecnología CET, se ha desarrollado recientemente la tecnología resistiva de tipo RET, en la cual se logran terapias mucho más agradables y efectivas para el paciente, ya que el calor que se genera se obtiene desde el interior de los tejidos hacia la superficie y no en la superficie de la piel hacia abajo, con una menor dispersión de las ondas hacia los tejidos vecinos, generando con esto terapias mucho más específicas, placenteras y seguras.
El propósito de generar calor en los tejidos se basa en la producción de cambios térmicos, mecánicos y biológicos, que a nivel celular regulan y equilibran los potenciales eléctricos en las membranas celulares, aumentan la vasodilatación y, por lo tanto, aumento de la oxigenación de los tejidos, generando con esto reactivación de metabolismo celular. Así mismo aumenta el drenaje venoso y linfático con lo que disminuye el edema o hinchazón de los tejidos.
En el tejido conectivo ayuda a síntesis de colágena nueva o a la reparación de la colágena actual.
Esto teniendo como fin mejorar la estructura de proteoglicanos dérmicos y por ende sostener de mejor manera el ácido hialurónico de nuestra piel, lo que traduciríamos como rejuvenecimiento o antienvejecimiento de la misma.
La radiofrecuencia se puede utilizar en cualquier área del cuerpo que se desee tensar, a excepción del área centro frontal del cuello (frente a la glándula tiroides) y con mucha precaución en áreas peri orbitarias (alrededor de los ojos), por lo que es de vital importancia que el equipo sea manejado por médicos especialistas debidamente entrenados para evitar complicaciones por su mal uso, así mismo está contraindicada en personas que tienen prótesis metálicas en el área cercana a donde se tratará la piel.
La terapia con radiofrecuencia resistiva (RET) se recomienda para tratar la flacidez del rostro, cuello, brazos o abdomen, así como después de cirugías como: abdominoplastia, liposucción o postparto.
Como recomendación considero muy importante que el paciente pregunte qué tipo de tecnología se usará (CET o RET) previo a su terapia, cuántas sesiones aproximadas necesitará y si es un médico especialista debidamente entrenado, quien realizará el tratamiento.