La osteoartrosis, es un desgaste de las articulaciones no relacionado con algún fenómeno inflamatorio. No es una enfermedad hereditaria o genética. Los pacientes pueden tener muchas afecciones, provocadas casi siempre por factores externos como: un golpe muy fuerte en un accidente o practicando algún deporte que impacte repetitivamente a estas, o bien, desgaste extremo y prematuro por sobrepeso, como es el caso de las personas con obesidad, que con el tiempo van degenerando sus articulaciones por el sobre esfuerzo que les provocan. La articulación que más se ha estudiado es la rodilla y casi siempre son las más afectadas. Ser delgados no exime a las personas de padecerla.
Factores de Riesgo
La raza es un factor determinante, ya que, en las personas de raza blanca y afroamericana, se ha comprobado que su cartílago no es tan resistente y fuerte como el de otras razas. Otro factor que se ha demostrado tiene mucho que ver, es el género, pues las mujeres tienen mayor tendencia a padecerla, más allá de solamente la calidad del cartílago, debemos tomar en cuenta también el desgaste y esfuerzo tanto físico como orgánico que realizan al concebir hijos y el peso adicional que llevan consigo durante el embarazo. Según estadísticas las mujeres la padecen dos o tres veces más que los hombres.
Envejecimiento prematuro en hombres o mujeres con radicales libres (cambios químicos que ocurren en la célula) en el cuerpo, independientemente de si tienen sobre peso o no, también los predispone a padecerla, así como el paciente diabético.
Normalmente es un padecimiento por edad, aparece normalmente a partir de los 60 años y no es común en gente joven, excepto en los casos que mencionamos anteriormente, es un problema por degeneración de cómo vivimos y cuánto vivimos en la articulación.
Diferencia entre Osteoartrosis y Osteoartritis:
La Osteoartrosis como ya mencionamos anteriormente, es causada por alguna condición o situación que la provoca: mala alimentación, lesiones, sobre peso, radicales libres, por mencionar algunos. Esta puede ser prevenida y en procesos no muy avanzados controlada. Los factores que la provocan son modificables.
La osteoartritis, es un proceso inflamatorio, de origen genético o hereditario que se deriva de la artritis, no modificable y no es posible detener su avance. Afecta todas las articulaciones, así como el cartílago y tejido, sin embargo, siempre tiene una articulación blanco o más afectada.
Sintomatología, Diagnóstico y Clasificación
Inicia con dolor, casi siempre cuando el paciente consulta, es muy frecuente escuchar que las molestias empezaron años atrás, pero no les dan importancia porque consideraron que podía ser algo pasajero.
Se diagnostica a través de exámenes por imágenes y se clasifica desde grado uno hasta grado cuatro, de acuerdo con los hallazgos en el paciente.
Osteoartrosis grado uno y dos
Los pacientes clasificados dentro de grado uno y dos, que son los pacientes que consultan tempranamente, presentan dolor en una articulación en particular, debemos entender que la osteoartrosis a diferencia de la osteoartritis no migra, sino produce una molestia focalizada bien ubicada, sobre todo después de haber sido provocada por un trauma o golpe debidamente identificado. La afección en estos casos específicamente, se manifiestan con dolor, inflamación y alguna dificultad en la movilización.
Osteoartrosis grado tres
Cuando los pacientes consultan con dolor, deformidad extrema y limitación severa en la movilización, se clasifica en grado tres. La radiografía es inequívoca y demuestra aparecimiento de osteofitos que son crecimientos de hueso anómalo dentro de la articulación, mucha inflamación y derrames repetitivos dentro de la misma.
Osteoartrosis grado cuatro
Cuando el paciente consulta tardíamente, con todos los síntomas y condiciones anteriores, pero además imposibilidad para movilizar la articulación, contractura en flexión, deformidad en varo o en valgo ( que es el paciente corneto o coshco como popularmente se les denomina), muchísima dificultad para realizar sus actividades dentro de la casa y aún más fuera, llegando incluso al extremo de no poder caminar, hay postración y un avance complicado de la enfermedad, todo esto es considerado una osteoartrosis grado cuatro.
Osteoartrosis y Osteoporosis:
La única relación o consecuencia entre una y la otra, es, por ejemplo: en una paciente mujer que padece de osteoporosis, por la misma fragilidad de sus huesos, al sufrir un golpe o fractura en alguna articulación, puede provocar como consecuencia una osteoartrosis, pero en sí, no están condicionadas ni relacionadas una con la otra.
El cartílago
No podemos hablar del tratamiento para la Osteoartrosis sin antes recordar la importancia del Cartílago en las articulaciones. El Cartílago es un órgano con células específicas, con una función determinada en las articulaciones, ayuda a que la movilidad de estas se realice con mayor suavidad y flexibilidad, amortiguando los impactos y ejercicios que se lleven a cabo. Es importante tener claro que, si estas células se pierden, el cuerpo trata de repararlo a través de una especie de cicatriz que se llama fibro cartílago, pero no vuelve a regenerarlo. Es acá donde inicia la degeneración de la articulación y dependiendo del grado de esta, es posible ayudar a mantener el cartílago que aún está dentro de la misma, pero no hay forma de producirlo.
En una lesión grado uno el cartílago se reblandece, pierde su firmeza y no hay amortiguamiento.
En una lesión grado dos, el cartílago además de reblandecimiento sufre desprendimientos focales. No se regenera ni cicatriza.
En una lesión grado tres, los desprendimientos de cartílago son aún mayores, llegando incluso a lograr ver el hueso subcondral.
En una lesión grado cuatro, cuando se pierde totalmente el cartílago en el radio de la lesión y lo único que se ve es el hueso subcondral.
Tratamiento
No hay forma de regenerar el cartílago, con los distintos tratamientos lo que se logra es rescatar lo que aún queda dentro de la articulación, y esto, solamente en los casos en lesiones grado uno y dos. Es importante también como en todo tratamiento, considerar que cada paciente, dependiendo de su salud en general y estilo de vida, va a llevar un tratamiento de acuerdo con su propia condición y el grado de la lesión.
Los medicamentos ayudan a mantener el cartílago sano, a cicatrizar y aliviar el dolor, pero no regeneran o producen cartílago nuevo. El cartílago que se pierde no se recupera, aún con los procedimientos más avanzados.
En los casos muy avanzados, se debe recurrir a procesos quirúrgicos para brindarle al paciente una mejor calidad de vida, a través de una sustitución de la articulación.
Hueso Subcondral
Es el hueso de transición, entre la parte más sólida de los huesos largos y el cartílago, de consistencia esponjosa y que nutre al cartílago a través de la sangre, este tiene terminaciones nerviosas y ramificaciones vasculares, es por eso que al perder cartílago el dolor se convierte muchas veces en algo insoportable, este es lo que conocemos como dolor neuropático.
Recomendaciones
Estamos viviendo un tiempo en el mundo entero en donde nuestro estilo de vida ha cambiado, sobre todo en aquello que tiene relación con el exterior y la libertad de locomoción. Es importante conocer los tratamientos que existen cuando la osteoartrosis ya está instalada, pero lo es aún más el entender que esta puede ser evitada, prevenida.
Debemos tratar de mejorar los hábitos no solo alimenticios, sino hábitos de vida como: practicar ejercicio sin excesos, asesorándose, tomando en cuenta nuestra propia condición física, buscando siempre la orientación de un profesional en el tema, la selección de alimentos es vital, no eligiéndolos únicamente por precio, evitar el sobre peso y aún mucho más la obesidad, que trae consigo otro sin número de padecimientos, que poco a poco limitan y destruyen al ser humano. En general, ser personas con una relación consciente entre lo que somos, hacemos, comemos y brindamos a nuestro organismo, en función de una vida integralmente sana, balanceada, sobre todo plena y saludable.