Cánceres ginecológicos en América Latina
Los denominados cáncer del aparato reproductor femenino, o cánceres ginecológicos, afectan órganos sensibles como los ovarios, el útero y la vulva, siendo el más común el cáncer de cuello uterino. Este tipo de cáncer ginecológico se encuentra entre los cinco tipos de cáncer más frecuentes en mujeres en edad reproductiva en América Latina y el Caribe, y representa altas tasas de mortalidad que alcanzan las 28.000 muertes al año, según la Organización Panamericana de la Salud.
Las demás patologías asociadas al aparato reproductor femenino, como el cáncer de ovario, de endometrio, peritoneal y del suelo uterino también representan un impacto significativo para las personas que las padecen. Cada una cuenta con factores de riesgo particulares y consigo, diferentes síntomas, por lo que la prevención temprana, mediante controles periódicos, es muy importante.
Cabe destacar que, de todos los tipos de cánceres ginecológicos, el de cuello uterino es el único que cuenta con pruebas de detección en etapas tempranas, que es cuando el tratamiento puede ser más eficaz. Sin embargo, en América Latina existen grandes desafíos y paradigmas relacionados a su prevención y detección por la falta de concientización y educación. Ante este contexto, siempre le dejo saber a mis pacientes que para prevenirlo es clave poner de su parte. Esto incluye conocer su historial médico, acudir a expertos para practicarse exámenes ginecológicos de rutina como el Papanicolaou, ecografía pélvica y ecografía vaginal, así como llevar un estilo de vida saludable y abstenerse de fumar.
La incidencia de los cánceres ginecológicos en la fertilidad
Todo tratamiento de cáncer puede tener efectos secundarios. Es por ello por lo que, ante un diagnóstico de cáncer ginecológico, la fertilidad de una mujer y su facilidad para concebir puede verse amenazada. Como equipo médico, es fundamental abordar estas posibilidades desde el principio de la discusión, de manera que todos los pacientes diagnosticados con cáncer, que lo deseen, reciban asesoramiento y la terapia adecuada para preservar la fertilidad antes de iniciar el tratamiento, sobre todo aquellas pacientes en edad reproductiva sin hijos o que desean tener hijos.
Preservar la fertilidad es un trabajo y un esfuerzo colaborativo de un equipo multidisciplinario para garantizar los mejores resultados. En conjunto, tanto el paciente, como el médico tratante y el equipo médico, podrán determinar qué opciones están disponibles antes y durante el tratamiento para preservar la fertilidad de la mejor manera posible.
Con base a estudios publicados por PubMed Central sobre el impacto de la radioterapia y quimioterapia en la fertilidad, el embarazo y los resultados neonatales de las mujeres con cáncer, notamos que altas dosis de quimioterapia y tratamientos de radiación dirigida a los órganos reproductivos de una mujer o alrededor de ellos puede afectar su capacidad de concepción. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, en los últimos años, se han presentado grandes avances científicos que han cambiado la forma en que se administran los tratamientos y las técnicas utilizadas para preservar la fertilidad.
Avances en tratamientos para preservar la fertilidad a futuro
Gracias a los avances recientes, aquellas personas que planean tener hijos luego de ser diagnosticadas con algún tipo de cáncer ginecológico cuentan con nuevas esperanzas. Muchos de los nuevos procedimientos se pueden realizar a través de técnicas mínimamente invasivas que permiten comenzar el tratamiento contra el cáncer de manera más oportuna y promueven una mejor recuperación.
Por ejemplo, para pacientes diagnosticadas con cáncer de endometrio en estadio temprano, se ha descrito una resección histeroscopia del cáncer. Para pacientes con cáncer de cuello uterino en etapa temprana, se puede hacer una conización o traquelectomia con una evaluación mínimamente invasiva de los ganglios linfáticos centinela. En cánceres de ovario seleccionados, se pueden practicar procedimientos de estadificación mínimamente invasiva con preservación del ovario no afectado.
Con la evolución de estas tecnologías, ha aumentado el alcance de las cirugías mínimamente invasivas que ayudan significativamente a preservar la fertilidad en pacientes con cánceres ginecológicos en etapa temprana. Las adaptaciones innovadoras en las terapias han permitido resultados oncológicos superiores mientras se mantienen las opciones futuras de fertilidad. Sin duda, el progreso constante en cuanto a la innovación quirúrgica es fundamental para mejorar la atención de los pacientes por medio de tratamientos personalizados, que les permiten llevar a cabo una vida normal y les dan la oportunidad de tener hijos a aquellas que lo desean.