El asma es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por tos, dificultad para respirar, agitación y lo que comúnmente conocemos como pito, silbido de pecho o sibilancia que no es más que la obstrucción del bronquio o disminución de la luz en el bronquio.
Al ser una enfermedad inflamatoria el tracto se mantiene irritado, lo que hace que sea una enfermedad con episodios recurrentes que no se cura pero que se controla muy bien con la base médica que son antiinflamatorios y broncodilatadores.
La enfermedad aparece y es más prevalente en la población pediátrica, hay niños que tienen los bronquios más pequeños pero conforme crecen sus bronquios se agrandan y desaparece el asma.
Hay otros que están más asociados a infecciones virales que se relacionan con silbido de pecho, conforme hay más infecciones el cuerpo mismo los va identificando, los neutraliza desapareciendo también durante la adolescencia.
De los niños que se detectan con síntomas compatibles con asma sólo 1/3 son realmente pacientes asmáticos.
Los países industrializados tienden a tener más pacientes con asma que los que no son industrializados. El asma puede ser desarrollada en la edad adulta, como cualquier otra enfermedad, no necesariamente debe presentarse desde la niñez.
La identificación y diagnóstico correcto del paciente es primordial. Primero se observan los síntomas más comunes:
- Sensación de pecho apretado.
- Tos de día o de noche.
- La tos nocturna, muchas veces da lugar a confusión, entre asma o alguna rinitis alérgica.
- Silbido o pito en el pecho, el paso del aire produce interferencia al estar estrecho el tubito (Bronquio) por donde este pasa.
- Escuchar los pulmones con el estetoscopio para detectar el silbido, sin embargo pueden dar una información confusa, en caso se encuentren normales en el momento de la evaluación.
- Espirometría, este es un examen determinante ya que mide la capacidad respiratoria de una persona. Menos del 15 0 20 % de pacientes asmáticos se han hecho una espirometría a lo largo de su vida, aún en medio de una crisis asmática.
Pacientes menores de cinco años: La colaboración de los padres y el historial médico familiar es esencial.
Importante es detectar riesgos y el seguimiento al paciente en el tiempo, pues la recurrencia dará la pauta de cómo está respondiendo o no el paciente a la medicación.
Una placa de Tórax a diferencia de lo que muchos pacientes creen, no ayuda en nada a detectar un paciente con asma, esta podría incluso dar un resultado totalmente normal y tratarse de un paciente asmático.
En pediatría en América Latina al menos uno de cada tres pacientes con asma no está diagnosticado como tal.
Existen enfermedades que pueden simular Asma: por ejemplo las cardiopatías, el reflujo esofágico, rinitis, pero lo más importante es tener presente que no todo lo que silba es Asma.
Físicamente el niño asmático no tiene ninguna característica especial, son niños totalmente normales.
En los adultos la enfermedad pulmonar obstructiva crónica puede desarrollarse a partir de los cuarenta años provocada por la exposición a pintura, humo de cigarrillo, químicos entre otros, tiende a confundirse con Asma, la diferencia es que la EPOC es irreversible y progresiva, el Asma puede ser reversible, sin embargo el adulto puede estar padeciendo ambas al mismo tiempo y complicarse tremendamente.
Los adolescentes que nunca han sido asmáticos y repentinamente aparecen con silbido de pecho, en su gran mayoría tienen una enfermedad asociada a problemas respiratorios, como por ejemplo el HIV.
El diagnóstico no es sólo en un día, es el seguimiento el que robustece el diagnóstico a través del comportamiento del paciente en el transcurso del tiempo, que puede ser desde meses hasta años. 80 a 90 % de pacientes asmáticos van a evolucionar bien con medicación, de forma controlada no estamos hablando de curación. En los últimos diez años hemos tenido evidencias de que el asma se puede controlar, los pacientes pueden llevar una vida normal.
El paciente asume que tiene asma cuando tiene crisis, y no, el asma se tiene siempre que tenga síntomas sin importar la hora o la frecuencia. Cuando les preguntamos a los pacientes con Asma en América Latina, cómo se habían sentido en el último año, el 75 % respondió bien, de los cuales:
- Últimos mes, el 50% había tenido síntomas el último mes.
- El 30 % algún malestar durante la noche.
- El 30 % algún malestar durante la noche.
- Más del 60 % había tenido ausentismo escolar, en el último año en el caso de los niños. • El 44 % se ausentó del trabajo al menos una vez durante el año.
Esto demuestra que no están controlados ni llevando un estilo de vida normal. Lo que pretendemos es que los pacientes con asma estén tomando 1 o 2 medicamentos para estar controlados.
Algunos medicamentos deben utilizarse durante todo el año, a pesar de esto resulta mucho más económico que un día de hospitalización por emergencia.
¿Qué es lo que quiere un paciente con asma? Tener una vida normal, programarla al igual que sus gastos y estar libre de complicaciones.
La única manera en que vamos a lograr este resultado ideal para ambas partes, paciente médico, es a través de mantener una excelente comunicación, controles periódicos y disciplina en los detalles y medicamentos indicados, lo cual además provocará una relación empática y enriquecedora. Nuestra fórmula meta es: ASMA = VIDA NORMAL. GSK