A nivel mundial Covid-19 vino a ser motivo de incertidumbre, temor, duda y desconfianza. Las secuelas que ha dejado van más allá de lo físico, pues afectó y dañó todo un entorno no solamente para quienes fueron contagiados, sino para sus familias, la humanidad y economía en general.
Luego de casi dos años de pandemia, lo más importante es que, aunque las redes sociales, análisis de expertos en el tema (difícil entender cómo se especializaron, cuando esto fue algo totalmente desconocido para todos), deje de perturbar e influenciar negativamente en la población.
Afortunadamente, se comprueba cada vez más la eficacia y beneficios de las vacunas, independientemente de la marca, la inmunización es necesaria. El origen de la primera vacuna en el mundo viene a raíz de una situación epidémica, podemos darnos cuenta, por ejemplo, cómo en el caso de la poliomielitis, a través de los años y avances de la ciencia, está prácticamente erradicada, y todo gracias a la invención de la vacuna contra esta.
Enfermedades como el sarampión y la varicela, que, en épocas antiguas, mataban a las personas, ahora son cada vez menos frecuentes. El estar inmunizados contra estas, con los avances científicos y eficacia de las vacunas, evitan incluso el padecerlas hasta en un 95%.
Está demostrado científica y estadísticamente, que el 99% de los pacientes que ingresan con necesidad de ser hospitalizados por Covid-19, no estaban vacunados, el otro 1% no tienen las dosis completas y son de condición moderada. Los pacientes con síntomas leves son tratados ambulatoriamente en su casa y están vacunados con sus dos dosis respectivamente. La condición de salud en general de las personas, sobre todo aquellas con enfermedades crónicas, las predispone aún mucho más, ya que su sistema inmune está debilitado, otra razón para recordar que cuidar de nuestro organismo, debe ser un hábito de vida y no únicamente una salida de emergencia.
Lo más importante es que entendamos que la vacuna genera anticuerpos neutralizantes, que nos ayudan a mantener el nivel de protección, no es una protección definitiva, y como toda vacuna, vamos a necesitar dosis de refuerzos. Estar vacunados evita las formas graves o severas de la enfermedad, resguardando nuestra vida.
Mitos como: que alteran el ADN, o que luego de ser vacunados las personas desarrollan la enfermedad, no son ciertos. Toda vacuna tiene efectos secundarios y como en todas las personas, estos son diferentes no solo en su manifestación, sino también en el tiempo que duran. Se sabe sin temor a equivocarnos, de personas que incluso no han tenido ninguna reacción luego de recibir la vacuna. Esto definitivamente es una combinación en positivo de la vacuna y un sistema inmune fuerte y saludable.
El deber del Instituto guatemalteco de Seguridad Social es velar porque la población esté bien informada, y ha redoblado esfuerzos de manera que, afiliados o no afiliados mayores de 12 años, puedan asistir a los centros de vacunación indicados en los siguientes links https://www.igssgt.org/noticias/2021/08/13/centros-de-vacunacion-igss/ , https://yomevacuno.gob.gt/centros-de-vacunacion-igss, a recibir su segunda dosis contra Covid-19, toda vez hayan recibido la primera dosis a través de esta institución.
Además, quienes necesiten aclarar dudas y recibir orientación respecto a los pasos a seguir para poder vacunarse, cuándo se es o no candidato para recibir la vacuna, o bien, qué hacer si tienen alguna reacción a la misma, pueden encontrar las respuestas en el siguiente link: https://www.igssgt.org/covid-19-sala-virtual/vacunas/
Rompamos el ciclo de la desinformación, no bajemos la guardia, continuemos cuidándonos y cuidando de los nuestros utilizando la mascarilla, lavándonos frecuentemente las manos y evitando las aglomeraciones. Actualmente, las medidas de bioseguridad y la vacuna son lo único que nos protege. El virus vino para quedarse, unamos esfuerzos para vencerlo y que no siga cobrando más vidas.
A continuación compartimos algunas de las preguntas y respuestas más frecuentes respecto a la vacunación:
Sí. Debemos continuar con las medidas de prevención de la transmisión (uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento social) hasta lograr la inmunidad colectiva.
Por el momento la Organización Mundial de la Salud recomienda que las dos dosis sean de la misma plataforma.
Depende de la vacuna disponible.
i. Pfizer-BioNTech: 2 dosis con un intervalo de 3 semanas (21 días).
ii. AstraZeneca: 2 dosis por intervalo de 8 a 12 semanas.
iii. Sputnik V: 2 dosis con intervalo de 21 a 90 días.
Se recomienda que se espere hasta la recuperación del proceso infeccioso agudo por SARS-CoV-2 para poder recibir una dosis de la vacuna contra COVID-19.
Desde la primera dosis se inicia la respuesta inmune secundario a la vacunación contra COVID-19, pero se requiere de una segunda dosis para lograr niveles de anticuerpos protectores contra la enfermedad.
No. La mayoría de los eventos supuestamente relacionados a la vacunación e inmunización (ESAVI), son registrados en los primeros 15 minutos post vacunación y pueden durar hasta 72 horas luego de administrada la dosis de vacuna contra COVID-19.
Se debe administrar la segunda dosis lo más cerca posible del plazo recomendado.
Debe acudir a una unidad médica para ser evaluado por el especialista para tratar la infección activa. Luego, al recuperarse de la enfermedad, podrá recibir la segunda dosis de la vacuna contra COVID-19.
Si es primera dosis: solo DPI.
Si es segunda dosis: DPI y carné de vacunación.
Centros de vacunación a nivel nacional: