María Isabel Amorín Cabrera presentó a concurso una opción de tratamiento de curación y regeneración de tejido a base de cáscaras de camarón.
Según su planteamiento, el exoesqueleto del camarón, al que conocemos como su cáscara, es uno de los desperdicios más grandes y negativos de este animal marino; sin embargo, su composición química, tratada con biotecnología, permite el desarrollo de biopelículas o parches con beneficios antibacteriales y antimicrobianos que pueden ser utilizados para el tratamiento de heridas, quemaduras y lesiones que no cicatrizan.
Este proyecto tendrá un gran impacto para las personas que sufren de heridas, principalmente las provocadas por quemaduras y lesiones del pie diabético, padecimiento que representa la primera causa de amputación de extremidades en el mundo, y que puede ser prevenido mediante la atención temprana de la lesión.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de diabéticos en Guatemala pasará de 139 mil a 447 mil en el año 2030; asimismo, al año se registran más de 100 mil personas afectadas por quemaduras.