El cáncer infantil y las enfermedades Hemato-oncológicas están entre las primeras causas de muerte de niños en Guatemala, de acuerdo con el informe de mortalidad infantil del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de 2020. También es la primera causa de enfermedad crónica en la población pediátrica en el mundo, según información brindada por la Organización Mundial de la Salud.
El cáncer infantil, es un reto para los sistemas de salud
El cáncer infantil, es el reto más grande al que se enfrenta hoy el personal de salud debido a la complejidad de la enfermedad, desde el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los niños que lo padecen, así como el impacto profundo que representa en su bienestar y el de sus familias.
Los centros especializados, o bien conocidos como hospitales de tercer nivel, son el lugar indicado para la atención de estos menores que requieren una atención a detalle y de máxima calidad. El diagnóstico de un niño con cáncer es una de las amenazas más grandes que puede enfrentar una familia desde el punto de vista psicosocial, económico, emocional y espiritual; por lo cual el apoyo a estos pacientes y su entorno directo debe ser multidisciplinario e integral.
Importancia de un diagnóstico temprano
Uno de los aspectos más importantes de atajar, para disminuir el impacto negativo de este mal, es lograr un diagnóstico temprano para mejorar el pronóstico de vida de los niños. Sin embargo, la forma de presentación de estas enfermedades hace que el diagnóstico usualmente se retrase, y esto empeore el pronóstico.
No menos importante, el pobre acceso al sistema de salud, el retraso en la búsqueda de la atención médica, la escasez de recursos en los centros regionales para el diagnóstico, el poco acceso a servicios especializados en las zonas periurbanas y urbanas de las ciudades principales del país, el alto costo de los servicios de salud cuando esta es privada, y además, los mitos y creencias relacionadas a estas enfermedades que suelen ser limitantes para la atención temprana.
Síntomas
Los padres y cuidadores deben estar atentos a los síntomas más característicos que los menores pueden presentar al tener cáncer, para que una vez se identifiquen, realicen una búsqueda inmediata de ayuda. Los signos de alarma son los siguientes: pérdida de peso, cansancio, dolor, fiebres que no se encuentra la causa, sudoraciones profusas en la noche, moretones y manchas rojas en la piel, palidez, falta de apetito, pobre crecimiento y desarrollo, movimientos anormales, dolores de cabeza intensos, cambios en la conducta normal del menor y tumoraciones.
Los niños con estas características deben consultar de inmediato a su médico de cabecera, pediatra, o bien a un especialista en hematología u oncología. El diagnóstico temprano y oportuno de esta condición, es el factor que tiene mejor impacto en que el paciente logre sobrevivir a la enfermedad.
Causas de Cáncer Infantil
Aunque la causa exacta de esta enfermedad se sigue investigando y es de origen multifactorial, los factores genéticos quizá sean los que más influencia tienen. Es por ello por lo que los pacientes con antecedentes familiares de cáncer, los niños con Síndrome de Down y otras condiciones genéticas, así como los que han sido expuestos a radiación, deben llevar un seguimiento más cercano para la prevención de esta condición. Un diagnóstico y tratamiento a tiempo mejoran considerablemente las posibilidades de curación y disminuyen el índice de complicaciones relacionadas a la enfermedad.
Cómo prevenir el Cáncer Infantil en Guatemala
La mejor manera de prevenir es formando en los niños un estilo de vida saludable, independientemente de que haya o no condiciones genéticas que lo condicionen a eventualmente desarrollar cáncer. Es determinante también que estén bajo un esquema de chequeo y control por el personal de salud, para estar atentos a que su desarrollo y crecimiento no manifiesten anomalías.
Todos podemos hacer algo para ayudar a los niños con cáncer infantil en Guatemala desde el cuidado de nuestros hijos y familiares, hasta la educación en salud para nosotros mismos.
Si nos unimos, familias, personal de salud y entidades afines, podemos vencer el cáncer infantil. ¡Los niños merecen vivir una niñez saludable, plena y feliz! sobre este objetivo, propongámonos hacer la diferencia.