El pasado cuatro de diciembre, en el Hogar Misioneros del Camino, fue realizada por segundo año consecutivo la jornada de vacunación contra la influenza La Vaca vacuna. Esta, dirigida no solamente a los niños que alberga el hogar, sino a todo el personal administrativo y a cargo de cuidarlos, así como algunas personas que de forma eventual tienen contacto con ellos.
¿Cómo nace misioneros del camino?
Misioneros del camino, fue fundado en 1986 por la cubana americana, doña Leonor Portella viuda de Crespo, quien inicialmente vino a Guatemala como voluntaria luego del terremoto de 1976. Años después regresó con el firme propósito de hacer algo en pro de los niños guatemaltecos y fue así como paso a paso dio inicio su labor, doña Leonor (mami Leo), no está más entre nosotros, sin embargo, su legado y todo el amor que puso en lo que construyó, permanecerá por siempre.
Hoy, el hogar alberga 55 niños de diferentes edades y que están referidos por juzgados de familia por distintas razones que los limita de disfrutar de un hogar. La mayoría han sido víctimas de abandono y abusos de diferente índole, algunos están a la espera de que se resuelva su situación familiar y poder regresar a sus casas y otros, con la esperanza de encontrar una familia interesada en adoptarlos.
¿Por qué una Jornada dentro del hogar?
El que sean niños especialmente vulnerables y necesitados de tanto, es lo que motivó a las autoridades del hogar a buscar ayuda, y encontrar la forma de resguardar especialmente su salud. Por un lado, la necesidad de no exponerlos bajo la amenaza de la pandemia, teniéndoles que llevar a un centro de salud, y por otro, la ausencia de vacuna en los mismos, por la prioridad que en su momento y hoy, tiene la atención para prevenir Covid-19 a nivel nacional. Sin embargo, nos mencionaba la Licenciada Roxana Castellanos, administradora del hogar, que no podían dejar por un lado la vacuna contra la influenza, ya que mantenerlos protegidos contra esta enfermedad, les evita riesgos de padecerla y que se compliquen más, ya que son niños que llegan en su mayoría con consecuencias serias por mala alimentación y sistemas inmunes débiles, además el clima frío y húmedo, que se intensifica cada fin de año, es típico del lugar donde están ubicados.
Acerca de la jornada
La jornada fue organizada y dirigida por Hospital El Pilar, quienes fueron los primeros en decir sí, al pedir su ayuda en el 2020, cuando en medio de la pandemia y la crisis del sistema de salud, el resguardo de los niños, más que nunca era prioridad.
La licenciada Adela Lorenzana jefe de nosocomiales del hospital, se encargó de brindar y cuidar todas las medidas de bioseguridad necesarias para garantizar la calidad y resguardo de la vacuna, no solamente a través de la cadena de frío, sino también creando un protocolo que brindara confianza, tranquilidad y confort a los niños, haciéndonos entender y tomar en cuenta, que desde el momento en que son niños sin un hogar, su derechos ya han sido violentados, por lo que nos instruyó y explicó, acerca de cómo debe tratárseles para hacerlos sentir protegidos y seguros, de forma que la vacuna no se convierta en una tortura.
Se registraron 75 personas vacunadas, entre niños y adultos. Fueron momentos de muchas emociones, lágrimas, nervios y también sonrisas. Como un premio a su valentía al permitir que se les vacunara, Hospital El Pilar les llevó una sorpresa que hizo soltar carcajadas, al ver las reacciones de ilusión y curiosidad que provocó, a pesar de que algunos lloraban, al ver su obsequio, no podía ocultar su alegría e inmediatamente se secaban las lágrimas al recibir el regalo.
Como algo adicional y de mucha utilidad para el hogar, también llevaron una donación de implementos para las habitaciones, almohadas, colchas, juegos de sábanas y detalles útiles, que les permitan a los niños estar mejor abrigados y cómodos.
Hay mucho más que decir y compartir, no con la intención de propaganda y escándalo ante una buena acción, sino más bien, recordarle a la humanidad, que hay mucho más que Covid-19, que, dentro de un mundo lleno de tanta ausencia de amor y necesidad, podemos ser parte de esas pequeñas obras que hacen grandes experiencias y dejan recuerdos valiosos en nuestros semejantes.